miércoles, 14 de septiembre de 2016

Ruido social, no es tan irrelevante

Probablemente en algun momento de la vida alguno de los lectores se haya visto en la situacion de haber pasado una jornada de mucha actividad continua rodeado de ambientes llenos de ruido, o sonidos de todo tipo provenientes de todo tipo de aparatos, la música en las calles, en los transportes públicos, los anuncios publicitarios, heladeros, los musicos urbanos, o hasta el molesto usuario del transporte cuyo telefono parece tener las bocinas tan desgastadas que lo que se oye sonar son chillidos infernales que te hacen estallar el cerebro y luego de porfin hallar un momento de paz en tu cama, tan sólo aprecias la hermosura del silencio aunque sea por algunos minutos.

Tal vez ese momento sea el ideal para oír algun sonido un poco mas lento y ligero para pues en la mayor parte del espectro radial, en este caso,  venezolano, solo podemos apreciar emisoras en su gran mayoría de música tipo bailable, ritmos tan densos y acelerados como el rock, pop, vallenato, y sobre todo, por supuesto, reggaeton, géneros que aunque los toleramos y oímos probablemente de manera involuntaria, no nos dejan nada más que la sensación rítmica y lúdica de su escencia.

Se suele oír por ahí que la música no es nada mas que eso, música, la cual no implica ningún problema, por lo que no requiere ninguna evaluación. Además, ¿por qué tanta preocupación por la música? ¿Cuál es el problema? Para los antiguos las respuestas eran claras. Creían que la música afectaba directamente la voluntad, la que a su vez influía sobre el carácter y por ende sobre la conducta humana.

Por ejemplo, Aristóteles nos enseñó que la música imita directamente (es decir, representa) las pasiones o estados del alma, apacibilidad, enojo, valor, templanza, y sus opuestos y otras cualidades; por lo tanto, cuando uno escucha música que imita cierta pasión, es contagiado por la misma pasión.

Hay una fuerza, un impulso motor que ha estado llevando a la humanidad a modos de vida cada vez más acelerados, automatizados y rutinarios, la ceguera mental y la pereza que nos ha estado inoculando el sistema global a través de tantas revoluciones tecnológicas futuristas, sumado a el clima psicológico-social que se vive a diario, sumado a ésto el hecho de que muchos de nosotros estamos imbuidos en los problemas económicos, de inseguridad, políticos , en ciertos casos alimenticios, de sobrevivencia, etc... Son circunstancias que junto a nuestra recurrente recepcion auditiva hiperactiva aceleran nuestro biorritmo aún más, nuestras ondas cerebrales se multiplican y aceleran, también nuestra actitud de disposición y predisposición a los estímulos, es decir, que lo que consumimos por los oídos, nos lleva a vivir en estado constante de tensa vigilia sin reposo cerebral y por ende físico en general, menos aún reposo espiritual.

El ritmo juega un papel crucial, si algun dia te destapa la curiosidad, podras dar cuenta de la cantidad de pulsaciones por minuto en que se interpreta la mayoria de las producciones musicales comerciales. Al rededor de 120 bpm es un ritmo que, combinado con frecuencias bajas, casi imperceptibles al oido, suele afectar directamente al centro instintivo del cuerpo humano que se ubica en la parte del vientre o el abdomen en general. De ahi que ciertos ritmos resulten tan "pegajosos" o estimulantes para muchos.

Gran parte del problema radica en que socialmente, el intelecto resulta aburrido y por ende todo lo que conlleve reflexionar, meditar, filosofar etc. De manera que lo adecuado entonces es todo lo contrario ; lo superfluo, lo insignificante, lo burdo etc. Pero, a todo esto se llega con tristes consecuencias que hacen de muestra, perfecto botón reflejado en la realidad actual, construida a partir del mas mínimo esfuerzo intelectual, por ello, la próxima necesidad urgente será, "reflexionar, meditar, filosofar" y recuperar los principios que nos harán disfrutar de una vida bella y grandiosa entre otras junto al arte, la literatura, la pintura y por supuesto la buena música.

Ahora, cada cosa en su lugar. Sin penalizar o criminalizar el hecho de disfrutar de una buena Salsa, merengue o de un clásico del Rock, que son ritmos que podrían clasificarse en ritmos acelerados. Nos encontramos estudiando, o leyendo una novela, o haciendo alguna actividad con nuestro centro intelectual que requiera alta concentración ¿cómo pretendemos tener un estado propicio de relajación nerviosa mediante éstos sonidos?
Tambien son necesarios para la mente humana ciertos sonidos relajantes o menos monótonos que lo común, la música clásica, barroca ya que así como la música está dividida en géneros el estado de ánimo de la gente también lo está, a veces nos sentimos asustados, reflexivos, tristes, alegres, con ganas de bailar, saltar, algo con lo que nos sintamos a gusto. Así que, una forma de expresar ese estado de ánimo es por medio del arte llamado Música.

Deberíamos ir considerando ese arte como algo mas digno de observar, no solo con nuestro oído, sino con nuestro cuerpo y mente en conciencia activa, removiendo las trabas de la costumbre y las tendencias, o los "dogmas auditivos", para ampliar nuestro espectro de percepcion de emociones, nuestra humanidad.

jueves, 28 de julio de 2016

Un poder forjador de realidades


Desde el principio de todo, el universo ha sido sólo vibración, cada estrella, planeta, cometa, asteroide o galaxia vibra a una frecuencia derivada de ese origen como una gran composición musical que podría llamarse “La Sinfonía de la Creación”.

Proveniente del latín “compositîo” o “compositionis”, Composición es una palabra cuyo significado etimológico más radical quiere decir “acción y consecuencia de darle a cada cosa la función que le corresponde”. Es una manera de expresar el hecho de ordenar u organizar varios elementos para conformar un conjunto o estructura coherente, así como para la creación de obras musicales, en el ámbito artístico. Para la tradición culta europea es requerido el estudio de diversas disciplinas como la armonía, el contrapunto, orquestación y conocimiento de formas musicales para un aspirante ser denominado compositor.


Sin embargo, en la naturaleza, cada objeto, sustancia, fluido, material, animal o persona, está conformada por partículas que responden y actúan según la influencia de las energías que circundan por nuestro universo tales como las que más conocemos: la energía nuclear, los rayos X, los ultravioleta, infrarrojo y una infinidad de formas de energía que aun queda por descubrir. Y los fotones corresponden a una de las partículas energéticas que somos capaces de observar, aunque sólo en una pequeña fracción de su espectro. Los humanos, como seres vivos producto de una composición de partículas energéticas, comparten entre sí una similar frecuencia vibratoria. De haber distintas frecuencias entre sí, se producen sistemas de adaptación de los cuales depende la salud y funcionamiento de todo sistema biológico, en este caso, nuestra especie.

Un compositor al idear sus melodías, en cada uno de sus intervalos, está siendo un interprete de el espacio-tiempo como si fuese un instrumento musical ya que estará creando una realidad que ha sido forjada por sus melodías. Podemos ver al cuerpo humano como una placa de Chladni, (aquel experimento que nos permite observar los cambios estructurales que provoca el sonido en un objeto metálico), en la cual las frecuencias vibratorias pueden afectar directamente nuestros estados de ánimo y de salud. Incluso podemos hablar de las terapias de escucha binaural en la que se somete a un paciente a sonidos estéreo cuyas frecuencias interactuan con las ondas radioeléctricas naturales que emite nuestro cerebro, traduciendose en una ayuda a varios niveles de la vida cotidiana como pueden ser: la relajación, concentración, visión y otras cualidades ocultas de nuestra mente.

Otra referencia de importancia es el trabajo del Dr Masaru Emoto en el que demostraba el efecto de determinados tipos de música en micro cristales de agua congelada, revelando impactantes resultados.

Dicho esto, puedo llegar a explicar el motivo de este artículo.

La música es un estado vibracional que tiene la capacidad de elevar y modificar nuestro estado de conciencia, es un medio para crear, motivar, enseñar, curar, predicar directamente sobre las partículas de cada ser vivo. La composición musical a través de cada sonido, nota, acorde o intervalo está creando ramificaciones en la realidad, así como lo menciona el escritor J. R. R. Tolkien en su universo literario, es una forma de definirle voluntariamente un rumbo a la infinita  red de probabilidades de la cual vivimos a merced, La composición musical es una de las maneras de influir positivamente en el entorno y el ecosistema que nos rodea, con mensajes que salen de lo profundo de nuestra alma, transfigurándose en hermosas obras musicales. Es una manera de ejercer o de actuar en pro de nuestro maltratado medio ambiente. 

lunes, 25 de julio de 2016

Debilidad (Poema)

Lo que traigo esta vez, fue escrito hace unos 2 años en uno de mis delirios de poeta. Mi área es la música pero como dicen "de que vuelan vuelan" me gusta considerar mi área como el arte en general, la expresión sentimental artística del hombre, es uno de los tantos que he escrito y de los pocos que he podido recuperar, ya que cometí el error de no escribirlo en un medio físico, el resto lo perdí junto con un telefono, en una plaza. Espero sea de vuestro agrado:

Cada vez mas siento que se va,
cada vez voy dando mi aliento,
impulso y gracia que permite contrariar a la razon,
destrozando toda voluntad.
Orgullo quebrantado al limitar con un poder superior,
quiere desistir,
quiere resistir a la conflictiva incertidumbre de su afán, su razón, su motivación y su amor.

Cada vez mas siento que podre,
tanto como no.
Chispa moribunda que a un solo sentido se quiere reavivar.
Cada vez voy dándole mi aliento,
aún con querer la retengo.
Espejo cuestionario despotrica estupidas fantasias,
acallando a la ignorancia cree ser paciente,
con la tercera lengua se oculta de su ser,
su egoísmo, su orgullo y su vergüenza en ella se camuflan.
Despierta

domingo, 24 de julio de 2016

¡Despertemos de La Matrix! (¿Musical?)

Hoy en día doy inicio a la exploracion de un mundo musical que nunca me habia percatado de que existía.  Me han abierto los ojos ante una "Matrix Musical" en la que estaba inmerso. Con ciertas sospechas, pero sin una conciencia plena. Es un sistema, tal como se define conspianiocamente hablando, que nos oprime y esclaviza alimentándose de nosotros cual ganado sumiso.

Así es, se trata del Tonalismo:
"El tonalismo implica una determinada organización jerárquica de las relaciones entre las diferentes alturas en función de la consonancia sonora con respecto al centro tonal o tónica, que es una nota, su acorde y su escala diatónica. El grado de consonancia se denomina «función tonal» o «diatónica», cuyo parámetro fundamental es el intervalo que cada nota forma a partir desde la nota tónica. Este sistema es el predominante en la música de origen europeo desde el siglo XVI al XIX"
Wikipedia
Sin entrar en detalles teóricos, el tonalismo, tonalidad o sistema tonal es el sistema de composición que ha sido tendencia entre la mayoría de los compositores del mundo entero desde el siglo XVIII hasta nuestros días. Incluso quien suscribe, en mi carácter de amateur, sin considerarme aún un compositor profesional, he llegado a caer en el sistema sin darme cuenta.
Es muy importante señalar que el 90 por ciento (o más) de la música que solemos escuchar en nuestro día a día, ya sea en transportes públicos, centros o establecimientos comerciales, la musica que ambienta algunos lugares al aire libre, etc. Es tonal. Ciertamente es una circunstancia cultural que se remonta a mucho antes de nuestros padres o abuelos.

En medio de este despertar musical me doy cuenta de la existencia de una gran variedad de sistemas de composición musical que nos pueden llevar a resultados nunca antes oídos, los cuales, si bien pueden parecer algo extraños o hasta incómodos de escuchar, es una sensacion que consideramos que se ha adquirido subjetivamente debido a nuestra pobre educación musical o auditiva.
Nuestro oído, a lo largo de los años se ha acostumbrado a el sistema tonal, hasta el punto de considerar toda aquella composición que no se base en ese sistema, no más que puro "ruido".

Podemos hablar de tantos compositores de los que poco se ha sabido en el publico común, que se han atrevido a innovar creando sistemas musicales que carecen de toda relación con los tonos y de todos los lazos armónicos y funcionales en su melodía y acordes. sin estar sujeto en lo absoluto a las normas de la Tonalidad.
El oyente común puede anticiparse a los movimientos o acordes que puedan ocurrir en una obra de Vivaldi, o incluso Beethoven, personalidades de la época Barroca y Clásica, prediciendo así el final de ésta unos compases antes de que suceda.  Cosa que no sucede en obras de compositores como Aleksandr Skriabin, Arnold Shönberg, o más recientes como Jhon Cage, Anton Webern o Alban Berg, con obras de una complejidad cautivadora e impredecible en la que cada segundo oído es único.

Les dejo con una frase de Stravinsky:

"Nuestros polos de atracción ya no son el centro de aquel sitema cerrado que era el sistema Tonal, poemos llegar a ellos sin sujetarnos al protocolo de la tonalidad (...) sistema ya caduco"
Y una reflexión:

La materia es energía, la energía es vibracion
La música es vibración, por lo tanto, ¿La música es la materia?